EL TEATRO MEDIEVAL

Nos quedan muy pocos testimonios del teatro medieval de la Península. Sin embargo, podemos suponer que el teatro nació en la Edad Media vinculado a las ceremonias  religiosas, más concretamente a las festividades de Navidad y Pascua, o en torno a temas marianos (vida y milagros de la Virgen), hagiográficos (vidas de santos), y eucarísticos (los autos). Estas obras de tema religioso se representaban sobre todo dentro de los templos,  pero también fuera. Su pretensión era didáctica, pues tenían por objeto mostrar la historia sagrada y la doctrina cristiana a unos fieles en su mayoría analfabetos.

En el reino de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares), había una gran tradición dramática, influencia quizás de los otros pueblos del Mediterráneo. El Misterio de Elche, que se sigue representando hoy es prueba de ello.

En Castilla el teatro debió de existir ya en la Alta Edad Media, pero sólo conservamos un fragmento de la Representación de los Reyes Magos, (también llamado Auto de los Reyes Magos), en verso, del S. XII, que se representaba en la catedral de Toledo en la fiesta de la Epifanía.

Cuando, a partir del S. XIII, se fueron introduciendo elementos profanos en estas piezas religiosas, se da pie a la entrada de burlas y danzas que chocan en el marco de la iglesia, de manera que las autoridades obligan a que salgan fuera de los templos. Estas representaciones se desplazan entonces a los atrios y pórticos, y luego a la calle, donde se unen a las obras sacras populares, las farsas. Las representaciones callejeras tienen lugar en las plazas, habitualmente sobre carros, que servían de escenario móvil. El paso siguiente es la búsqueda de recintos cubiertos para la representación. Primero se aprovecharon los patios de casas y posadas -corrales de comedias-, y luego se construyeron edificios específicos que se siguieron denominando así.

 

(Hay que decir que muchas de las ceremonias festivas que hoy no consideramos como literatura dramática, sí eran en aquel momento ejemplos de un teatro incipiente).

Existía, además de las representaciones religiosas en las iglesias, y de las profanas en las calles y plazas, un teatro cortesano en los palacios de nobles y monarcas, con un mayor desarrollo de la escenografía y el vestuario, fruto de los nuevos gustos nobiliarios.

En cuanto a los dramaturgos más importantes de los SS. XV y XVI, tenemos que mencionar a Gómez Manrique, tío de Jorge, y autor de dos autos, de Navidad y Pasión. Aunque el gran autor teatral de la época es Juan del Encina, actor además. Escribió Églogas, siguiendo la estela de Virgilio, donde lo religioso y lo profano se mezclan en el personaje del pastor, que habla un lenguaje rústico y cargado de humor. También en el S. XV nacen Lucas Fernández, Gil Vicente y Torres Naharro. A partir de ellos, el teatro español florece en los Siglos de Oro. Pero antes, una obra maestra, difícil de encasillar en un único género, aparece en los albores del Renacimiento: La Celestina.

ACTIVIDADES

1) Busca en el diccionario el significado de las palabras auto y misterio.

2) Haz un esquema del teatro medieval teniendo en cuenta los tipos de teatro, lugares y géneros. Puedes completar éste:

                                             - Fiestas litúrgicas: ................ y Pascua.

                                             

                                             - Temas marianos: vida y milagros de ................

-          Teatro  ..............

           (En los templos)        - Temas hagiográficos: ...............................

                                             -  Temas ....................... (los autos)

-          Teatro profano

          (En .................)

-          Teatro cortesano

          (En .....................)

3) Comenta este fragmento de la Representación de los Reyes Magos atendiendo a la forma y al contenido. Justifica, en todo caso, por qué se trata de un texto dramático.

En lo alto de la escena -que permanece unos instantes a oscuras- brilla intensamente una estrella. Poco a poco, una débil luz nocturna permite ver el tablado dividido en tres hornacinas románicas.

La hornacina izquierda se ilumina con fuerza. En ella está el rey Gaspar, de pie. Su habla es vehemente.

           GASPAR

   ¡Dios Creador! ¡Qué maravilla!

¿Qué estrella será esa que brilla?

Hasta ahora, no la he advertido;

hace bien poco que ha nacido.

¿Habrá nacido el Creador,

de todas las gentes señor?

Sacude la cabeza, con la pretensión de arrojar la idea.

   ¿No puede ser otra señal?

¡Esto es, y no es nada más!

Dios –es seguro- nació de hembra

En este mes de diciembre.

Donde esté iré, lo adoraré,

por dios de todos lo tendré.

 […]

          BALTASAR

   No sé esa estrella de dónde viene,

quién la trae, o quién la detiene.

¿Por qué ha surgido esta señal?

Jamás en mis días vi tal.

De cierto ha nacido en la tierra

aquél que, en la paz y en la guerra,

señor será desde el oriente,

de todos, hasta el occidente.

Iré, lo adoraré,

Le imprecaré y le rogaré.

…………………………

        GASPAR

¿No veis qué maravilla?

¡Un astro nuevo brilla!

       BALTASAR

Sí, que ha nacido el Creador,

que de las gentes es señor.

Iré y lo adoraré.

         GASPAR

¡Y yo también le rogaré!

                 

Representación de los Reyes Magos. (Anónimo del S. XII)

(Versión modernizada y edición de Fernando LÁZARO CARRETER. Col. “Odres Nuevos”)