Antonio Machado es uno de los más reconocidos poetas de principios del siglo XX, junto con Juan Ramón Jiménez. Y como él fue maestro de los autores del 27.
Comenzó a escribir en la línea del Modernismo más intimista, el que se centra en el interior del poeta y busca explicar, a través de símbolos, el sentido de la vida. Publica entonces Soledades, galerías y otros poemas.
Las ascuas de un crepúsculo morado
detrás del negro cipresal humean...
En la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo Amor de piedra,
que sueña mudo. En la marmórea taza
reposa el agua muerta.
detrás del negro cipresal humean...
En la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo Amor de piedra,
que sueña mudo. En la marmórea taza
reposa el agua muerta.
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-.
Después, su destino como profesor en Soria le hace fijarse en los Campos de Castilla y reflexionar sobre el presente y el futuro de España. Es su etapa más cercana al 98, aunque nunca deja de lado sus propias preocupaciones.
Reportaje sobre Antonio Machado
Él mismo nos habla de su vida en el poema Retrato:
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero...
El mismo limonero protagonista de otra composición:
El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una tarde clara,
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el air
algún vagar de túnica ligera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.
Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.
Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.
ACTIVIDADES
1. Trata de interpretar qué quiere decir en él el poeta.
2. Enuncia en una frase su tema.
3. Localiza las metáforas que emplea y explica su significado.
Pero, como decíamos antes, Antonio Machado evoluciona desde el intimismo del yo a una poesía que se abre a los problemas sociales de la España en la que vive.
Contemplando el paisaje castellano (y las tierras de Baeza cuando regresa a Andalucía) reflexiona acerca del presente, contrastándolo con el pasado de esa tierra y del propio país, sin olvidar su etapa en Soria ni a su esposa Leonor, fallecida prematuramente.
4. Lee el poema titulado "A orillas del Duero" y justifica a qué etapa de la poesía de Machado corresponde. Explica qué piensa el autor del pasado y el presente de Castilla.
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