Si a las mujeres les ha costado hacerse un hueco en casi todas las profesiones a lo largo de los tiempos, triunfar en el mundo literario de los siglos XVI y XVII era aún más complicado. En muchos casos, la entrada en un convento fue la única opción de vida (y de cultura) para muchas de ellas. Así ocurrió con la monja y poetisa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz. En España, la fama le llega en vida a la mística Santa Teresa de Jesús, que además se atrevió a reformar su orden. De las no religiosas destacan María de Zayas, autora de Novelas amorosas y ejemplares, y la dramaturga Ana Caro de Mallén, cuyas obras podrían competir con las de Lope de Vega u otros contemporáneos de éxito.
* En el siguiente artículo, Mª Mar Cortés analiza la opinión de María de Zayas sobre el papel de la mujer en su tiempo. Resulta interesante para entender el contexto en que vivían:
La exposición “Tan sabia como valerosa. Mujeres y escritura en los siglos de Oro”, del Instituto Cervantes de Madrid, hace un repaso de las vidas y los textos de estas féminas que quisieron romper las limitaciones que ponían ante ellas las costumbres de la época y nos ayuda a entender las dificultades por las que atravesaron para poder cumplir sus deseos de tener una vida mejor y dedicarse a lo que querían.
* Desde este enlace puedes acceder a la exposición virtual:
https://cvc.cervantes.es/literatura/sabia/
FRAGMENTOS
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la
ocasión, de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren
bien si las incitáis al mal? Sor Juana Inés de la Cruz |
Vivo sin vivir en mí, Vivo ya fuera de mí Santa
Teresa de Jesús. |
ANA CARO DE MALLÉN: Poeta
y dramaturga del S. XVII.
Es muy curiosa la historia de esta mujer, esclava en la Granada de los Siglos de Oro, hija probablemente de moriscos.
Se conservan dos comedias suyas: Valor, agravio y mujer, y El
conde Partinuplés.
En Valor, agravio y mujer su protagonista, Leonor, viaja a Flandes disfrazada de hombre para reclamar a su pretendiente la promesa de matrimonio que le hizo en Sevilla. Don Juan (el amante) ya ha puesto sus ojos en otra mujer pero la despechada Leonor, reconvertida en Leonardo, no parará hasta recuperar su honor, ayudada por Ribete, su criado. La cosa se complica cuando Estela, la condesa a la que pretende don Juan, se enamora de Leonardo.
En esta comedia, Ana Caro utiliza todos los personajes, temas y tópicos propios de la comedia nueva lopesca: el gracioso, el galán donjuanesco, la mujer decidida; los enredos amorosos, la recuperación del honor perdido; los equívocos y los disfraces.
Las dos obras han sido representadas hace poco en Madrid, en el corral de comedias habilitado en la Cuesta de Moyano, como proyecto de la Fundación Siglo de Oro.
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