Se ha comparado muchas veces a la amistad
con el amor, en ocasiones como pasiones complementarias y en otras, las más,
como opuestas. Si se omite el elemento carnal, físico, los parecidos entre amor
y amistad son obvios. Ambos son afectos elegidos libremente, no impuestos por
la ley o la costumbre, y ambos son relaciones interpersonales. Somos amigos de
una persona, no de una multitud; a nadie se le puede llamar, sin irrisión,
“amigo del género humano”. La elección y la exclusividad son condiciones que la
amistad comparte con el amor. En cambio, podemos estar enamorados de una
persona que no nos ame, pero la amistad sin reciprocidad es imposible. Otra
diferencia: la amistad no nace de la vista, como el amor, sino de un
sentimiento más complejo: la afinidad en las ideas, los sentimientos o las
inclinaciones. La simpatía es el resultado de esta afinidad; el trato refina y
transforma a la simpatía en amistad. El amor nace de un flechazo; la amistad,
del intercambio frecuente y prolongado. El amor es instantáneo; la amistad,
requiere tiempo.
Para los antiguos la amistad era superior al
amor. Según Aristóteles, la amistad es “una virtud o va acompañada de virtud;
además, es la cosa más necesaria de la vida”. Plutarco, Cicerón y otros lo
siguieron en su elogio de la amistad. En otras civilizaciones no fue menor su
prestigio. Aristóteles dice que hay tres clases de amistad: por interés o
utilidad, por placer, y la “amistad perfecta, la de los hombres de bien y
semejantes en virtud, porque éstos se desean igualmente el bien”. Los dos
primeros tipos de amistad son accidentales y están destinados a durar poco; el
tercero es perdurable y es uno de los bienes más altos a que puede aspirar el
hombre.
La amistad es una virtud eminentemente
social y más duradera que el amor. Para los jóvenes, dice Aristóteles, es muy
fácil tener amigos pero con la misma facilidad se deshacen de ellos: la amistad
es una afección más propia de de la madurez. No estoy muy seguro de esto, pero
sí creo que la amistad está menos sujeta que el amor a los cambios inesperados.
El amor se presenta, casi siempre, como una ruptura o violación del orden
social; es un desafío a las costumbres y a las instituciones de la comunidad.
Es una pasión que, al unir a los amantes, los separa de la sociedad. Una
república de enamorados sería ingobernable; el ideal político de una sociedad
civilizada –nunca realizado-, sería una república de amigos.
Octavio PAZ. La llama doble.
ACTIVIDADES
1. Enuncia en una frase el tema del texto. Haz lo mismo con
la tesis.
2. Haz un resumen de su contenido.
3. Di de qué tipo de texto se trata. Justifica tu respuesta
analizando:
-
las funciones del lenguaje.
-
la presencia de la primera persona.
-
el léxico valorativo.
-
las figuras retóricas.
-
diferentes tipos de argumentos.
-
tipo de verbos y de oraciones predominantes.
-
la cohesión: conectores, anáfora / catáfora,
sinónimos,…
4. Realiza un análisis morfológico completo de las 10
palabras señaladas en el texto:
ha comparado,
multitud, otra, ame, era, menor, porque, puede aspirar, que, sería.
5. Analiza sintácticamente estas oraciones y clasifícalas:
- En otras
civilizaciones no fue menor su prestigio.
- El trato
transforma la simpatía en amistad.
- Éstos se
desean igualmente el bien.
- El amor es
instantáneo; la amistad, requiere tiempo.
- El ideal
político de una sociedad civilizada sería una república de amigos.
- En el
comienzo del amor hay sorpresa, pero la amistad nace de un sentimiento más
complejo.
- Es una pasión
que los separa de la sociedad.
SOLUCIONARIO
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